Tratamientos más exitosos para tratar la pérdida de audición

La pérdida de audición es más común de lo que se podría pensar, de hecho, suele aparecer progresivamente a medida que se envejece. Prácticamente la mitad de la población mayor de 65 años sufre cierto grado de pérdida de audición. Pero dentro de ella, existen 3 tipos: Pérdida de audición conductiva (del oído externo y/o medio); Neurosensorial (del oído interno) y mixta (ambos).

Tanto el proceso de envejecimiento como la exposición habitual a ruidos fuertes son las principales causas de la pérdida de audición. Por otra parte, el exceso de cera puede reducir de manera temporal la capacidad auditiva. Por desgracia, la mayoría de situaciones de pérdida de audición son irreversibles. Sin embargo, se puede mejorar este padecimiento mediante determinados tratamientos.

Cómo tratar la pérdida auditiva

Los problemas auditivos se pueden tratar de diferentes maneras, principalmente depende de la causa y la intensidad de la pérdida de audición que se administre uno u otro tratamiento. A continuación, se muestran algunos de los tratamientos más comunes:

Extracción de cera de los oídos. Hay numerosos casos en los que la pérdida de audición está provocada por un tapón de cera. En estos casos, el profesional a cargo puede eliminar la cera mediante succión o una pequeña herramienta diseñada a tal efecto. Lo bueno de esta situación es que se trata de una pérdida de audición reversible.

Cirugía. Algunos tipos de pérdida de audición pueden tratarse mediante procedimiento quirúrgico. Las anomalías del tímpano por ejemplo se pueden tratar mediante cirugía. También en caso de infecciones reiteradas que presenten líquido, estas se pueden tratar insertando pequeñas sondas en los oídos para ayudar a drenarlos.

Colocación de audífonos. En caso de daño en el oído interno, los posibles beneficios de usar un audífono son generalmente la mejor opción disponible. Hay diferentes tipos de audífonos, n obstante, será el especialista, junto con el paciente que decidirán cuál es más conveniente según las necesidades particulares de cada caso.

Implantes de cóclea. Para los casos de pérdida de audición más grave, un implante de cóclea puede ser la mejor opción. Si bien los audífonos amplifican el sonido y lo dirigen al interior del conducto auditivo; los implantes de cóclea lo que hacen es evitar las partes del oído interno que no funcionan y en cambio, se centran en estimular directamente el nervio auditivo.

Sin embargo, aunque todos estos tratamientos puedan ser eficaces, muchos de ellos no resuelven los problemas físicos originarios de la pérdida auditiva. En este sentido, hay en marcha diferentes investigaciones con medicamentos que podrían cambiar radicalmente los tratamientos para la pérdida de audición.

Nuevos tratamientos experimentales

Desde medicamentos, que previenen la pérdida auditiva hasta tratamientos o terapia genética, la comunidad científica está avanzando en la búsqueda de soluciones mucho más eficaces para esta dolencia. Anne G.M. Schilder, dirije el programa de investigación auditiva del Biomedical Research Centre en el National Institute for Health Research del University College London Hospital, en Reino Unido. En este estudio clínico se investiga un compuesto químico inhibidor de la gammasecretasa. Mediante ensayos de laboratorio se activa un gen que produce la transformación de las “células soporte” en células ciliadas sensoriales en el oído interno. Este medicamento se está administrando ya a voluntarios mediante tres inyecciones semanales en el tímpano.

Siguiendo con los medicamentos, en el Frequency Therapeutics en Woburn, Massachusetts, se está empezando a probar en seres humanos un medicamento que activa ciertos tipos de células madre latentes para inducirlas posteriormente a activar la producción de nuevas células ciliadas. Lo mismo ocurre en el Boston University Medical Center. Otro estudio, esta vez financiado por el Departamento de Defensa de EE. UU., ha puesto a trabajar a científicos de la Facultad de Medicina de la Southern Illinois University sobre una forma concentrada de D-metionina, un aminoácido natural, que evita la pérdida auditiva y el tinnitus, en este caso vinculado al ruido excesivo durante el entrenamiento con rifles.

Este estudio de laboratorio indica que la D-metionina actúa mediante la neutralización de moléculas destructivas (radicales libres), de ahí su eficacia para impedir la pérdida de audición causada por el ruido, siempre y cuando se administre durante las 48 horas anteriores o posteriores a la exposición al mismo. Si bien es probable que pase todavía algo más de tiempo antes de que alguno de los medicamentos que se están probando estén disponibles a mayor escala, sí que se demuestra su eficacia. Así, los tipos de tratamientos podrían cambiar radicalmente la forma en que se trata la pérdida de audición, haciéndolos más eficaces y menos invasivos.

¿Qué sabe la ciencia acerca del origen y las causas de la sordera?

¿Qué sabe la ciencia acerca del origen y las causas de la sordera? Son muchos años de estudio, y no existe un único tipo de pérdida de audición completa. Aun así, hay datos a considerar.
Según estima la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad hay unos 1500 millones de personas con problemas de audición y pérdida en mayor o menor grado, de los cuáles unos 430 millones requieren de servicios de rehabilitación.

Las expectativas, en cualquier caso, no son halagüeñas, pues está previsto que la cifra ascienda a 2500 millones para el año 2050, de las que unos 700 millones van a necesitar rehabilitación.

El origen y las causas de la sordera

Hasta el momento, ¿qué sabemos sobre el origen y las causas de la sordera según la ciencia? Hay diversos factores que encontramos en el inicio de este trastorno que se pueden producir en diversos periodos de la vida.

Periodo prenatal

Hay varios factores que influyen:

1. Genéticos: tanto hereditarios como no hereditarios.
2. Infecciones: son intrauterinas, y se relacionan con la rubéola o el citomegalovirus.

Periodo prenatal

Nuevamente encontramos diversos factores que influyen:

1. La falta de oxígeno en el momento del parto, conocida como asfixia perinatal.
2. Hiperbilirrubinemia, o sea, ictericia grave en la fase neonatal.
3. Poco peso en el nacimiento.
4. Morbilidades perinatales, así como sus tratamientos respectivos.

Infancia, adolescencia y crecimiento

Vamos a ver qué problemas se presentan durante la fase de desarrollo y crecimiento:

1. Otitis crónica como la otitis media supurativa crónica.
2. Líquido en los oídos, como otitis media no supurativa crónica.
3. Meningitis e infecciones similares.

Edad adulta y avanzada

Nunca estamos a salvo de poder desarrollar sordera, incluso en la madurez y vejez:

1. Enfermedad crónica.
2. Tabaquismo.
3. Otosclerosis.
4. Degeneración neurosensorial por el envejecimiento.
5. Pérdida de audición neurosensorial repentina
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Factores que se presentan a lo largo de toda la vida

En cualquier momento podemos sufrir pérdidas de audición e incluso sordera por diversos factores:

1. Retraso en la aparición de la audición.
2. Pérdida progresiva por causas genéticas.
3. Infecciones virales o de otro origen.
4. Carencia nutricional.
5. Exposición a productos químicos ototóxicos.
6. Medicación ototóxica.
7. Ruidos y sonidos fuertes.
8. Traumatismos en oído o cráneo.
9. Tapón de cerumen.

Cómo se produce la pérdida de audición

Dividimos el oído en tres partes principales, que son:

1. Oído externo. Las ondas sonoras pasan por aquí provocando vibraciones en el tímpano.
2. Oído medio. Aquí está el tímpano y otros tres huesos que amplifican las vibraciones.
3. Oído interno. Las vibraciones atraviesan el fluido de la estructura llamada cóclea.
Es en la cóclea donde las neuronas compuestas por miles de vellos traducen las vibraciones en señales eléctricas enviadas al cerebro para convertirlas en señales de sonido.

Dicho esto, aclaremos cómo se pierde audición:

Daño en el oído interno

Tanto el envejecimiento con la constante exposición a ruidos fuertes provoca que se desgasten los vellos de la cóclea.

Acumulación de cerumen

La acumulación gradual de cerumen bloquea el canal auditivo y evita que las ondas sonoras sean conducidas por su interior.

Infecciones, bultos y tumores

Los tumores en los huesos, así como las infecciones y los bultos anormales en el oído medio o externo, son factores de riesgo.

Tímpano roto

Cuando la membrana del tímpano es perforada por culpa de ruidos muy fuertes, por cambios repentinos de presión, o por introducir un objeto puntiagudo en el oído, o bien por la acción de las infecciones, podemos hacer que todo ello afecte al oído y que pierda audición e incluso que provoque sordera.

En resumen

Para concluir, resumamos los factores de riesgo que la ciencia considera origen de la sordera y la pérdida de audición. Toma nota:

1. Envejecimiento. El paso del tiempo provoca que se degeneren las estructuras auditivas.
2. Ruidos fuertes. La exposición a sonidos excesivos daña las células del oído interno.
3. Herencia. Podemos heredar composiciones genéticas que nos hagan más vulnerables al envejecimiento o al entorno.
4. Ruidos constantes. Por ejemplo, en trabajos en que estamos siempre expuestos a sonidos fuertes y constantes como en las fábricas o en la maquinaria agrícola.
5. Deporte. Ciertos deportes recreativos en que se incluyen ruidos explosivos, como con las motos de nieve, el automovilismo, etc.
6. Medicación. Sobre todo, la que incluye el antibiótico gentamicina o el sildenafilo.
7. Enfermedades. En especial, las que causan fiebre alta, como la meningitis.

Todo esto es lo que, hasta la fecha, sabe la ciencia acerca del origen y las causas de la sordera.